4 de septiembre de 2010

Praix, el chico sin apellidos. II



De cuando fue brote.


Yo soy, afirmé.
¿Qué soy yo?, me pregunté. 

Y mientras tanto fui creciendo sin control. Me gusta la luz, no quiero seguir aferrado al Hogar de la Noche. No, definitivamente. Solo me interesa la luz, esa es mi elección. 

Este fue el instante más crucial de mi existencia. Olvidé mi primera conciencia, rechacé el amor de la Matriz. Pensé: No existe el amor en la oscuridad, solo la luz es buena. A partir de este momento buscaría mi renacimiento una y otra vez. 

Por primera vez tuve consciencia de estar vivo. El Hogar de la Noche que tanto amor me dio se empezó a convertir en el lugar donde no supe decir “YO SOY” y en mi mayor miedo: ¿Y si un día he de volver?. 

Huí hacia delante sin remedio, o eso creí. “Su empuje era mi movimiento”



De sus primeras ramas. 

Asombrado y disfrutando de mi primera gran etapa en el camino hacia la luz, me sentí pleno en la alegría. Recuerdo mis primeras ramas como el episodio más feliz e inocente de mi vida. Todo era un juego divertido repleto de imaginación y realidad infinita. No existía lo irreal. 

Enterré en lo más profundo el Hogar de la Noche; y la Búsqueda de la Luz irradió con tal fortaleza mi alrededor que sentí por primera vez el enamoramiento. Por eso recuerdo tan bien esta etapa. Me enamoré de todo lo que me rodeaba por primera vez. El mundo se convirtió en mi primer amor y, ya olvidada la Matriz generosa, entendí el amor como una posesión. 

Pensé: “Yo Soy” y “Esto es demasiado bueno para perderlo nunca, quiero esto para siempre”

Así fue mi infancia, feliz pero equivocada. Aún hoy, en ocasiones, pienso que mi infancia es el punto al que debería regresar. Regresar a mi primer amor. Y por intentar poseer mi primer amor, lo único que conseguí fue robarle su brillo. 

Fue el segundo crimen contra mí mismo: 
Robarle al presente su esencia efímera y maravillosa para que fuese igual el día de mañana. 

5 comentarios:

  1. que gran verdad y que gran crimen el que cometemos cada día¡¡¡¡
    Rove me parece o te empiezan a gustar las cosas de tu madre????? este Praix me recuerda mucho a las cosas que ella me cuenta.

    Muchos besos

    ResponderEliminar
  2. No sé, de momento parece que a Praix sí que le gustan. A ver qué cuentan Jonas o Bohemundo, Alhadira, Trámez, Encinto, La Tejedora...

    Muchos besos a ti, a Pepu y a la Nueve!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Me gusta Praix y su historia, me gusta su búsqueda de la luz y su conciencia de los renacimientos constantes.

    Y bueno, robar al presente su esencia efímera es algo que, a veces, es incontrolable ¿no crees? tengo ganas de saber qué haría Praix para darle solución...¡qué ganas!

    Besos chillaos

    ResponderEliminar
  4. A ver que hace? Yo tambien tengo ganas de saberlo... Bss!!! :-)

    ResponderEliminar
  5. Me gusta esa busqueda de luz. ¡para mí la luz es tan importante!!
    Sigue buscando, siemprehay una luz más grande que nos espera.

    Besicos muchos.

    ResponderEliminar