7 de noviembre de 2010

Narrador casi descubre a Jonás

Dicen que la Niña-Reina, La Tejedora, es como Dios; 
que no sabe distinguir entre el bien y el mal. 
En cierta ocasión, me dijeron 
que jamás le reprochara sus decisiones 
bajo conceptos tan simples como justo o injusto. 
Me advirtieron de que ella no entiende tales palabras.


Tuve un sueño, emborronado a causa de las ondas concéntricas que formaban las piedras que mi fe y mis ilusiones le lanzaban. Lo veía, lo intuía. Ansiaba asirlo para mecerlo en mi regazo. ¿Cómo no me percaté de que sólo era un reflejo? No lo sé. 

Una tarde en la que el sol parecía haberse torcido, me miré en el espejo de mi cuarto de baño. Durante un rato estuve observando al tipo de enfrente con amplia extrañeza, entonces caí en que ese tipo era yo mismo. 

-¿Así que éste soy yo?- Me pregunté maravillado. 

-Sí, ése eres tú.- Respondió una voz dentro de ¿mi cabeza? Lo afirmó con tal seguridad que el cielo acabó llenándose de nubes. ¿Cómo podría ser “yo” alguien que me responde en segunda persona? 

Desperté, todo había sido un sueño. 

Le preparé un desayuno consistente, lo saqué a pasear e intenté que hablara con otros. Lo dejé un rato sentado en un banco para que tomara el sol y más tarde, le animé a que leyera un rato. No tuve que insistirle mucho para que se acercara al bar y se tomara una cerveza. Lo sorprendí viendo videos musicales en la televisión mientras fumaba y, sin que se diera cuenta, le hice mirar de vez en cuando a la camarera. Después le insinué que ya era hora de volver a casa, que estaría bien comer alitas de pollo al horno; y lo arropé para que echara la siesta. 

Cuando despertó, se miró en el espejo del baño. Casi me descubre. 

No le conté nada a La Tejedora, sabía que a ella no le apetecía encargarse de estos asuntos. 

Mi nombre es Jonás, la próxima vez, tendré más cuidado.

2 comentarios:

  1. Y yo que pienso que no ha de tener cuidado... ¿por qué? ummm no acabé de entender el temor... A mi me ha molado conocerlo, me ha gustado, me parece un tipo interesante...en fin, lo mismo es que yo nunca cuido todo esto de las intuiciones y me dejo llevar...

    Enganchaica me tiene usté... enganchaica...

    Besos acuáticos

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  2. ¿Sabbes que cuando me miro en el espejo, sobretodo por la mañana, me pasa un tanto de lo mismo. Y también me habla así, afirmando en segunda persona, uy, uyyyyy.
    Bueno, prosigamos que me pasa como a mi Mariquilla, ando intrigaita, por eso y mientras tanto, te dejo...

    Besicos muchos.

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