29 de noviembre de 2012

Naufragio vocacional



Montículos de sal en el Salar de Uyuni, Bolivia.
(Foto: Luca Galuzzi - http://www.galuzzi.it)


Me preguntó que si sabíamos amar,
y entonces una gran ola 

ribeteada de espuma 
nos arrastró hasta su cama. 
Nuestros cuerpos, 
frágiles veleros en un océano de sábanas, 
navegaron ambas pieles. 
Y resultó que sí, 
que sabíamos a mar.


2 comentarios:

  1. Y además de tener ese sabor salado, rewsutó que hiciste un poema precioso.
    Besicos muchos.

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