26 de septiembre de 2010

Encinto, el chico de piel transparente



Encinto tiró con fuerza del padrastro 
que había en su dedo corazón. 
Se arrancó la piel de cuajo. 
Anduvo mucho tiempo sujetando 
sus entrañas, que siempre se le caían, 
hasta que un día 
se volvió a enamorar.

3 comentarios:

  1. Y es que es tan jodío caminar con las entrañas en la mano... desidia pura.
    Menos mal que nos inventamos las siguientes oportunidades y las plaquetas hacen su función curando la víscera arrancada de cuajo.

    ¡Flipo con sus letras Don Rove, gracias!

    ¡Buena semana!

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  2. Duele el padrastro y no conviene tener las entrañas a la vista. Mejor enamorarse y sanar la herida.

    Vaya, con tan poquitas letras ¡cuántas cosas dices niño y como l dices!!

    Besicos muchos.

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  3. Por fortuna, Encinto está a día de hoy trabajando como tapizador. Le costó mucho ponerse de nuevo la piel pero una vez conseguido se especializó en el tema y ahora es un especialista.

    Hay mucha gente por el mundo que de vez en cuando deja sus tripas al aire..."pura desidia". Encinto es un buen tapizador y desgraciadamente no le falta trabajo.

    Un beso a las dos!!!

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