Photo credit: Luz Adriana Villa A. / Foter / CC BY |
La ingeniería tenue es una ciencia tan vieja como el origen de los mundos, tan sutil como la evaporación de un charco y tan efectiva como el veneno de serpiente cristalina. A pesar de pertenecer a la magia ancestral se puede decir de ella que es una disciplina olvidada, solo la Niña-Reina la conoce con profundidad. Ella ha sido la instructora de Praix y, aunque no es dada a desvelar sus secretos y su carácter se define más imprevisible que el clima en las estaciones medias, decidió instruir a su leal ayudante porque eso repercutiría en su beneficio. La ingeniería tenue consiste en un tipo de artificio psicológico mediante el cual la víctima se siente tentado/provocado a realizar lo que se le pide que no haga. Praix no era más que un iniciado pero supo llevar a cabo su actuación con la ayuda de la piedra que llevaba en el bolsillo. Era una verdina, un tipo de piedra que favorece la concentración y calma los nervios.
-Jonás, el contenido del mensaje iba dirigido a ti. No estoy autorizado a desvelar nada de lo que decía, ni siquiera debería haberte dicho a quien iba destinado pero tómatelo como una licencia que me permito por deferencia a nuestra relación. Me gustaría encargarme personalmente de este tema, viajaría con gusto a Entremundos pero ha habido muchos problemas en los telares de hilo vetcha y me va a ser imposible, tampoco quiero que vayas tú. Y menos ahora que sabes que el mensaje iba dirigido a ti. No me interpretes mal, eres el mejor enlazador de Járiga pero no sé dónde se encuentra el puente del que habla la nota y tampoco sé cuando aparecerá Aya por allá. Así que esta vez lo dejaremos pasar, si ha ocurrido una vez debería pasar más veces, ya tendremos tiempo de averiguar cómo ha sucedido. Escúchame bien: ¡No quiero que vayas a Entremundos por esto, no estás preparado aún y no es un asunto urgente! Dime que me has entendido.
Jonás me miró confuso, asintió con la cabeza aunque con torpeza. Estaba claro que la ingeniería tenue había sembrado su semilla; no solo eran las palabras que le dije, esta disciplina solo funciona acompañada del lenguaje corporal adecuado y algo más intangible. Estaba seguro de que Jonás acudiría a Entremundos aún sin saber a qué se enfrentaba, aún no teniendo definida su misión. Lo leí en sus ojos y no quise añadir más sobre el asunto, así que continué, esta vez con otros temas también relacionados con el lugar a donde se dirigiría en breve sin mi permiso, pero con mi consentimiento mudo. Quería prevenirle del gran movimiento de Mamus que habíamos detectado desde los telares del barrio de Henoc. -Y cambiando de tema, he de decirte que los mundos se están moviendo últimamente con un baile agitado. La producción de hilo vetcha ha aumentado de manera exponencial en estas jornadas y bajo mi experta que no infalible opinión, eso significa que hay un número insondable de Mamus sueltos. Y me inclino a pensar que una gran parte de ellos están haciendo de las suyas en Entremundos. Si esto sigue así tendré que encargarte un asuntillo, ya sabes. Por el momento no creo que sea necesario pero me gustaría que estuvieras preparado por si acaso.
Después seguimos paseando y le conté a Jonas que aquella hoja plateada que había visto en el extremo de una de las ramas del árbol blanco no era una hoja cualquiera, se trataba de la hoja patrón del árbol níveo y la utiliza como ejemplo para cuando la primavera llama, si alguien la arrancara, ese ejemplar de níveo estaría condenado. Desde la base en la que antes estaba unido el pecíolo comenzarían a brotar tímidas gotas de savia que al contacto con el aire se volverían oscuras y que recorrerían y cubrirían el árbol en su totalidad, y poco a poco pero con constancia en menos de tres meses el árbol cambiaría su color blanco por el negro, convirtiéndose así en su sombra. Y un buen día, sin previo aviso y en cuestión de segundos se desharía en pesadas cenizas, una especie de lluvia negra que dejaría un círculo negro en el lugar donde antes se erguía. Ver la muerte de un árbol níveo es algo espectacular pero solo habita en los jardines del Amaraun y muy pocas personas tienen acceso a ellos. Es posible que Jonás confundiera el árbol níveo con un avertel blanco, son muy parecidos, la verdad; pero el avertel se desprende de todas sus hojas y éstas no son plateadas sino grises.
-¿Me quieres decir que enviaste a Jonás a Entremundos para encontrarse con Alhadira, sin saberlo, cuando más actividad de Mamus había?
-Sí.
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Interludio (Miosis)
Triste final el del árbol níveo que pierde su hoja patrón, pero qué delicadeza en la descripción de ese final que haces que resulte hermoso. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, Pilar. El árbol níveo parece ser un poco olvidadizo de su naturaleza por eso acaba muriendo como una sombra. Y sí que es triste, pero muere relindo :)
EliminarUn abrazo
Joder, pues yo daría uno de mis sueños por acompañarlo y permanecer expectante mientras sucede el encuentro... ¿qué hay que hacer para ver morir un árbol níveo? ¿se lo puedes preguntar? yo estoy dispuesta a todo y gozo de buena salud, no domino aún la ingeniería tenue, pero no veas cómo se me da la Psicología inversa...jejeje...
ResponderEliminarQuerido amigo, qué ganicas de que aparezca Alhadira
Algún día le hablaré de ti a Praix, seguro que sabe como conseguirte un pase. Tiene enchufe con la Tejedora, también llamada Panma, la Niña-Reina.
EliminarMusu bat!